Algunos datos sobre la realidad educativa de los adolescentes uruguayos*.
La educación primaria tiene en Uruguay un alcance casi universal, por ese motivo en ocasiones se pierde de vista que en el país hay tanto un sector de analfabetos, como de individuos que presentan severas dificultades en esa área.
Al trabajar en Programas de Formación Sociolaboral con jóvenes desertores del sistema educativo queda de manifiesto las graves carencias en el manejo de la lecto-escritura o del cálculo de quienes solo han culminado su educación primaria. Algunos de ellos, con el correr de los años, y por la falta de ejercicio de esas habilidades cognitivas, se han ido transformando en analfabetos funcionales que necesitan de un apoyo específico en esa área, de lo contrario presentarán importantes dificultades para acceder a una formación que los habilite a empleos mejor remunerados. Si bien la mayoría de los niños uruguayos finaliza primaria. Entre los 13 y 14 años se presenta un aumento significativo del abandono de la educación. Cerca del 13% de quienes ha terminado primaria no aprueban el primer año de Ciclo Básico. Si bien en el segundo y tercer año del ciclo la proporción de abandono es menor, ésta vuelve a incrementarse en cuarto año. La probabilidad de que quienes aprueben tercero de liceo no culminen el año siguiente es de 17.5%. De los datos que obtenidos a partir de la Encuesta Nacional de Adolescentes y Jóvenes (2008) se sabe que casi el 30 de la población urbana total no ha logrado finalizar el Ciclo Básico.
De los jóvenes entre 20 y 29 años sólo el 36.5% culminó la Enseñanza Media y de éstos únicamente el 25.6 arribó a esa meta sin presentar rezago. El rezago, de por si, es considerado un importante factor de riesgo. Tanto el abandono, como el rezago, se presentan con una mayor frecuencia entre los menos favorecidos.
Si se compara los porcentajes a nivel regional, los niveles de egreso de estudiantes ubican al país en el promedio de Latinoamérica, pero muy por debajo de algunos países con niveles similares de desarrollo humano como Argentina o Chile.
Si se analiza el rendimiento de los estudiantes uruguayos, ése es, en promedio, uno de los más altos de América Latina, pero existe una importante brecha entre el rendimiento entre los alumnos que pertenecen a los sectores sociales mas desfavorecidos y quienes pertenecen a un contexto mas favorable. Esa desigualdad debería ser tenida en cuenta a la hora de pensar en la educación como un factor determinante para la movilidad social de los sectores menos favorecidos.
* Los datos manejados aquí han sido recogidos del documento “Juventudes en Uruguay En que andamos y cómo somos”. Mides Julio 2010