¿Por qué diseñar un proyecto de orientación confluente para los
centros
de atención a los individuos en situación de calle ?
Por Priscila Cóccaro y Wilton González.
Entendemos
que el campo de la orientación confluente (González Bello y Olivares, 2012) es
un espacio emergente, donde aún existe mucho para construir, si queremos lograr
propuestas educativas de calidad. Esta noción resulta de particular utilidad para el trabajo con hombres y mujeres que se encuentran
en situación de calle.
La
orientación educativa y profesional es para todos y se desarrolla a lo largo de toda la vida,
en ella confluyen elementos sinérgicos con los planteados por la UNESCO.
En la Ley
de Educación en Uruguay (2008) se han definido a los centros de atención a la
situación de calle como ámbitos educativos,
ese cambio a tenido efectos conceptuales, generando que los equipos técnicos pasen
a autodefinirse como equipos educativos.
Con
relación a la Ley, Camors, Varón y Ubal (2009) plantean que “el desafío sigue
siendo garantizar el derecho a la educación, para todos, durante toda la vida;
más aún, garantizar la posibilidad de alcanzar aprendizajes, aprovechando las
múltiples situaciones de la vida cotidiana y social que son susceptibles de ser
transformadas en situaciones educativas (Mialaret, 1985).
La educación
no formal puede significar la construcción de escenarios diferentes, y más a la
medida de las necesidades, intereses y problemas de la población (...).
La
Educación no formal estará integrada por diferentes áreas de trabajo educativo,
entre las cuales se mencionan: alfabetización, educación social, educación de
personas jóvenes y adultas. Se promoverá la articulación y complementariedad de
la educación formal y no formal con el propósito de que ésta contribuya a la
reinserción y continuidad educativa de las personas”.
A los participantes
de los centros de atención a la situación de calle les agrada
el trabajo mediante los talleres, creemos que el camino artesanal grupal
y la elaboración de propuestas a medida, es un sendero interesante a recorrer,
y este proyecto no es más que un intento de ello en una nueva geografía. El
desarrollo de una orientación confluente es un aportarte relevante para
enriquecer el trabajo en los centros.
Se
generan habilidades transversales que promuevan y consoliden egresos
consistentes de la situación de calle, así como aportaría a la política pública
(incluyendo la convivencia y la seguridad ciudadana) proponiendo una inclusión
a través de la educación.
Referencias:
Camors,
J., Varón, X., Ubal, M. (2009). “Aportes
a las prácticas de Educación No Formal desde la Investigación educativa”. Montevideo:
Dirección de Educación del MEC..
Charlín,
K., González, W. (2013). “El Taller Literario Móvil: viajes, caminos,
encuentros e invenciones.” Montevideo: Rumbos.
Olivares,
O., González Bello, J. (2012). Hacia un nuevo paradigma en Orientación
vocacional. En: Paradigma. Vol. XXXIII (2) 127-141. Recuperado de:
http://www.scielo.org.ve/pdf/pdg/v33n2/art07.pdf